Evaluación Institucional En El Contexto Educativo

Evaluación Institucional En El Contexto Educativo

                El concepto de evaluación, dimensiones, modelos y la tendencia de la educación superior han sido expuestos por diferentes autores que indican que es un parámetro para medir la calidad de las instituciones de educación, por lo que en esta ensayo se presentarán cinco temas relativos a la evaluación, en el primero se revisará la historia de la evaluación en el mundo y en México, en el segundo se hará mención de la noción de evaluación y acreditación con base a los conceptos existentes, en el tercero revisaremos las dimensiones de la evaluación, en el cuarto veremos algunos modelos que existen para desarrollar un sistema de evaluación, en el quinto haremos mención de las tendencias de la educación y en el último tema se harán las conclusiones sobre el valor de la evaluación institucional de la educación superior.
            Para poder entender un poco sobre lo que es la evaluación, revisaremos en primera instancia su historia, es necesario mencionar que la evaluación en educación es relativamente joven porque cuenta con aproximadamente un siglo de tradición, la falta de cultura y tradición sobre la evaluación ha quedado limitada para diseñarla-ejecutarla con el objeto de garantizar la calidad educativa. Existen diversos autores que dividen la historia de la evaluación en cuatro épocas clave que son: la época pretyleriana, la época tyleriana, la época del realismo y la época del profesionalismo, aunque hay indicios en épocas anteriores sobre evaluación, como la de los chinos que en el año 2000 a.c. que tenían exámenes para evaluar el acceso de las personas a los servicios públicos, estos no se consideraron hechos evaluativos como tal.
            Para poder realizar una evaluación, es necesario considerar una serie de dimensiones y variables que nos permita seleccionar desde diferentes enfoques, como son el epistemológico, el ideológico y el técnico, lo que se va a evaluar, esto involucra que se debe planificar previamente y elaborar el diseño pertinente. Se debe contemplar el objeto que se va a evaluar, el ¿Cómo se va evaluar?, que sería el modelo; determinar quién lo evaluara, con que instrumento se evaluara, cuando es el momento de evaluarlo, y la finalidad del ¿para qué? se va a evaluar, como se muestra en la siguiente tabla (Tejeda, 1991:88)
            Existen una gran cantidad de autores que proponen diversos modelos de evaluación, sin embargo, hablaremos de los más representativos:
En primer lugar, veremos el modelo de evaluación orientada hacia los objetivos, este es uno de los primeros modelos que desarrolló Tyler (1950:69), en el que establece las metas u objetivos, ordena los objetivos en amplias clasificaciones, define los objetivos en términos de comportamiento, establece situaciones y condiciones según las cuales puede ser demostrada la consecución 
A continuación, está el modelo científico de evaluación, en el que se señala que la evaluación de programas debe basarse en la lógica del método científico y sus principios son: Describir si los objetivos han sido alcanzados y de qué manera, determinar las razones de cada uno de los éxitos y fracasos, descubrir los principios que subyacen en el programa que ha tenido éxito
            El modelo de toma de decisiones, es en el que se estructura y organiza en relación con las decisiones que se han de tomar en el transcurso del desarrollo de un programa y que se basa en tres vertientes que son: Delimitar, en donde los evaluadores se reúnen con las personas responsables de la toma de decisiones en orden a identificar la información necesaria
            Modelo de evaluación sin referencia a los objetivos (metas), en este modelo se obvian los objetivos con la intención de que le evaluador sea más objetivo con los resultados del programa, su vez Scriven (1973) señala que “consiste simplemente en la recopilación y combinación de datos de trabajo mediante la definición de unas metas que proporcionen escalas comparativas o numéricas, con el fin de justificar los instrumentos de recopilación de datos, las valoraciones y la selección de metas”, este modelo se desarrolla conforme a: Antecedentes, contextos, recursos y función del programa/servicios que se quiere evaluar; el sistema de distribución del programa/intervención; Descripción de los usuarios o población de intervención; Necesidades y valores de los que se ven realmente afectados por la intervención; Existencia o no de normas/criterios previos para la evaluación; El proceso de intervención social.
            Como conclusión se puede determinar que la evaluación se ha llevado a cabo desde hace tiempo, lo que ha tenido como consecuencia el perfeccionamiento de distintas formas de realizarlo conforme a la época en que se ha desarrollado, se han generado sistemas en los cuales se puede determinar sobre lo que debe de evaluarse, como hacerlo y que objetivos persigue. La evaluación no es un proceso sencillo, por lo que es importante definir lo que se quiere alcanzar durante el proceso verificar, si se está logrando, sí se está avanzando en la dirección fijada, si se tienen los recursos, si se tienen los requisitos, si se están tomando las acciones para el logro de los propósitos de la evaluación, pero también debe ser un proceso participativo en el que todos los relacionados tengan injerencia y opinión, lo que es importante para la su ejecución, asimismo es importante asegurarse que el proceso de evaluación nos va a llevar al cambio, a la mejora, que se reflejen en el resultado su utilidad.


Especialista Jairo Esteller.

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